jueves, 28 de diciembre de 2017

''Eyeless Heather'' - Creepypastas con Detergentillo/Nekoemo

Hiiiiiiiiiiiiiiiiiii ( este será el saludo de vuestro yandere Detergentillo desde ahora :^ ).

Hoy os presento un creepypasta que aunque no tenga nada que ver con la Navidad, sí está relacionado con lo preciado que puede ser un regalo. Muy bien, empecemos...

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  EYELESS HEATHER

                                  “Las cosas no salen siempre como esperas “


Heather, una niña de 10 años, antes de cumplir 11, era una chica siempre obediente, que hacía todo lo que podía para cumplir sus sueños y llegar a alcanzar sus metas. También, era algo solitaria y casi no tenía amigos, pero eso no le importaba mientras tuviese a su amiga Eva.

La historia que vengo a contar sucedió un día como otro cualquiera, cuando faltaban solo unos días para que fuese el cumpleaños de Heather, aunque sus padres eran muy trabajadores y no podían prestarle mucha atención, mas su hija entendía perfectamente por lo que estaban pasando y no se lo tenía en cuenta.

Cuando iba a la escuela con Eva, ella era la única que le comprendía, ya que tenía la misma meta que ella y ese día, a la hora del recreo, ambas chicas se fueron a un lugar apartado, porque Eva tenía un regalo para darle por su cumpleaños: un collar de oro, que tenía un hueco para poner la foto de Eva en él. Heather estaba  sorprendida, porque ella también tenía un collar para ella, aunque de plata (porque eran como oro y plata juntos :’^),  que era un regalo por todos esos años que había estado junto a ella.

Tiempo después, unos vecinos nuevos se mudaron a la casa de al lado de la de Heather y como esta era tan cortés, fue a saludarles. Entonces vio a un chico demasiado lindo y guapo y sin pensarlo dos veces fue hacia él para saludarle, y el chico se dio cuenta de que era la hija de sus vecinos, ya que los padres de Heather fueron antes a ayudarle a él y a su familia con la mudanza. Una vez que la niña se presentó, el chico, con una sonrisa dulce y hermosa, dijo su nombre: Marcos Baker.

Y, tras ese día tan emocionante, algo cambió en Heather...

Cuando se despertó a la mañana siguiente, fue al baño a lavarse la cara como de costumbre, y al mirarse al espejo, no vio su reflejo, sino un rostro con bandas de sangre rezumando de sus ojos, cabello corto y una sonrisa macabra y espeluznante.

Heather se asustó y de la impresión, se cayó al suelo, mas cuando se atrevió a echar otro vistazo al espejo, este tan solo le devolvió la imagen de su rostro, totalmente normal.

Como cada día, fue a la escuela, y desde que entró por la mañana hasta regresar a casa, no pudo dejar de pensar en Marcos, que con sus dieciocho años, le gustaba mucho. Pero la mudanza de los nuevos vecinos trajo más cosas extrañas: Heather no dejó de tener pesadillas cada noche, y de ver en el espejo a esa chica con ojos sangrantes, y que, además, era la chica que torturaba a Heather en sus pesadillas; esa tétrica chica llevaba a cabo algunas de sus torturas con su propia y anormal mano derecha, pero lo que solía hacerle era arrancarle los ojos, apuñalándolos con unas grandes tijeras.

El día del cumpleaños de Heather, sus padres pidieron un día libre en el trabajo para estar con ella, mas no se les concedió y al no poder dejarle sola ni tampoco con los padres de Eva, le dejaron bajo cargo de los nuevos vecinos. Los padres de Marcos no estaban, pero él sí, así que el chico accedió a quedarse con Heather, acompañando sus palabras con una risa macabra.

Cuando llegó del colegio a casa, Heather se asustó al ver a Marcos en su sofá, y su miedo aumentó cuando vio a dos chicos más emerger de la oscuridad de la sala. Marcos dijo que eran dos amigos suyos, pero Heather en seguida corrió hacia su habitación al ver que los chicos empuñaban cuchillos. Uno de ellos logró cogerle por la pierna, mas ella se soltó y solo se hizo un par de rasguños.

Heather subió a su cuarto y se escondió bajo la cama, abriendo antes la ventana, para hacer creer a aus perseguidores que había escapado por ahí. Los chicos cayeron en su trampa, pero un infortunio llevó a que uno de ellos se diera cuenta de dónde estaba la niña.

Marcos noqueó a Heather con una botella de vino antes de que la chica pudiera hablar. Más tarde, se despertó en una silla y con la frente sangrando y comenzó a preguntar dónde estaban sus padres. Marcos le respondió que no volverían en un largo tiempo... Heather no era tonta; sabía lo que significaba esa frase.

Marcos le propuso a Heather que si aceptaba ser su esclava, él terminaría con la locura que aquella tarde se había formado, a lo que ella dijo que no y, tras negarse muchas veces más, Marcos se cansó de ella y lastimó su cuerpo con un cuchillo. Heather, indefensa, escupió al chico en la cara y este se enfadó tanto que ordenó a sus amigos sujetar a la chica  y …… ¡¡¡Splashhhh!!!

Con un simple movimiento, cortó su brazo derecho .

Heather estaba jadeando de dolor cuando Marcos le abofeteó con furia, chillándole que se disculpase y, al seguir ella negándose, Marcos cogió un par de tijeras y le sacó los ojos …

Heather no sabía cómo podía seguir viva .

Marcos le desató al fin y Heather sentía como él rompía su ropa interior y algo en su entrepierna. Con cada embestida, el cuerpo le dolía más y sin esperanzas, la niña dejó de gritar ...

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Sintió en ese momento la presencia de alguien, mas no era Marcos. Entonces el ente dijo ''otra manzana que se echó a perder''. Se llevó consigo a la inerte Heather, a la que se le cayó el collar dorado que Eva le regaló.

Heather despertó en un lugar donde había voces gritando de dolor y agonía, preguntándose dónde estaba, a lo que el ente respondió que la chica se encontraba en el infierno. Antes de irse el ente, Heather le pidió un favor: pidió venganza hacia quienes le asesinaron , y el ente, que fue testigo impasible del asesinato de la niña, se preguntaba porqué debería de conceder ese deseo …
Heather explicó que deseaba esa venganza por sus padres y por ella, para que sus asesinos sintieran el verdadero dolor. El ente, entre risas, aceptó, aunque con una condición: la chica sería su aprendiz y secuaz por toda la eternidad a partir del momento en el que cumpliese trece años. Heather aceptó y de repente, algo apuñaló su espalda, corazón y piernas... Cayó a cuatro patas, tratando de soportar el dolor, hasta que sintió que todo eso formaba parte de su cuerpo. Confusa, se dio cuenta de que no conocía la identidad del ente, por lo que se dicidió a preguntarle por ese tema, a lo que él contestó que era el dueño del lugar.

El ente hizo a Heather volver a la tierra. Aunque ya no tenía ojos, podía volver a ver y, en un abrir y cerrar de ojos, se teletransportó a la casa de Marcos...

Entonces comenzó la carnicería.

Una mano gigante y negra atravesó a uno de los amigos de Marcos y le arrancó el estómago, y con un pie, destrozó su cabeza. Marcos y su otro amigo temblaron de miedo al darse cuenta de que lo que estaba asesinando a su amigo era Heather.

Marcos cogió un hacha y se lanzó a cortarle el brazo izquierdo a Heather,  pero unas venas negras aparecieron en este y se volvió a unir al cuerpo de la chica. Entonces Heather cogió las mismas tijeras que utilizaron para matarle y le talló a Marcos una media sonrisa en su mejilla, y con su brazo derecho corto sus piernas, su cabeza, su columna vertebral ... En sustitución del brazo que él le cortó, Heather le arrancó los suyos; después, tal y cómo Marcos hizo con ella, le dejó sin ojos y luego siguió destrozando el resto de su cuerpo.

Heather, después de tal matanza, quería más y sin pensarlo fue a la casa de Eva y se dispuso a crear otra carnicería. Caminó hasta la habitación en la que Eva dormía y se quedó un rato observándole dormir. Entonces, cuando ya estaba a punto de apuñalar a la que fue su amiga, vio que llevaba puesto el collar que le regaló. Eva se despertó y vio a Heather en la oscuridad durante un segundo, cuando la asesina huyó llorando hacia el bosque. Eva fue corriendo al cuarto de sus padres y les gritó que fueran a casa de Heather, sosteniendo el collar que le regaló, llorando con un mal presentimiento. Los padres de la niña accedieron, encontrando en casa de Heather la escena de un terrible crimen.

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Pasaron dos años, y Lucifer, señor del infierno, vino a concluir con su trato con Heather y ella aceptó…

Pero no todo termina ahí: un chico sin brazos, ni ojos, ni piernas vio ese momento...



Espero que os haya gustado y aunque este creepypasta no tiene nada que ver con la Navidad, tiene ese mensaje de valorar la amistad y los regalos :3

PD: gracias Kasumi por el manga y los dulces del Amigo Invisible :3

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